jueves, 30 de mayo de 2013

No hace falta que me ames

Traigo aquí un poema que he escrito hace poco. De paso aprovecho para informaros de que me ha llegado un correo referido a la Escuela de Escritores Nóveles de este año, supongo que a vosotros también os habrá llegado y es conveniente que lo abráis cuanto antes, porque las plazas para este año se conceden en función de quién haya respondido antes al correo. Y  por cierto, ¿los ganadores del concurso de este año habéis tenido ya la entrega de premios? Os dejo con mi poema:


No hace falta que me ames

No necesito tener tu pelo guardando mi pecho.
No necesito mi carne contra tu carne.
Ni que navegues hacia mi entre un mar de saliva.

No necesito de tus labios más que tu voz.
No necesito de tu voz más que un “hola.”

Dámelo.
Dame también un “buenos días” y un “hasta pronto”.
Arráncame la piel si así me regalas un “disculpa.”

Mi corazón es tan viejo que nunca aprendería a amarte.
Y mis colmillos no desean devorarte.
Sabes bien que no sueño con tus labios.
Y que si te abrazara no sería para sentir tu cuerpo,
sino para saber que nunca se alejarán tus palabras de mis oídos.

No me ames ni me desees.
Pero por favor, nunca pienses en arrancarme tu presencia.

No se ama al sol, mas su ausencia nos sume en tinieblas.
No se ama a los barcos, pero sin ellos se ahoga nuestra vida.
No se ama a la lluvia, y las rosas la piden a gritos.

Así yo renunciaría al más hermoso “te amo”,
al más hambriento deseo
y  al más sincero “te quiero.”

Todo por saber que nunca me faltaría tu saludo.
Para que cuando te despidas de mí sea solo hasta luego.


2 comentarios:

  1. Adoro la sensación que transmite, aunque es difícil describirla. Da gusto leerte así, Javier.

    ResponderEliminar